Retratos con lápiz de grafito
Dibujos realizados a lápiz en tonos grises. Retratos de escritores, de músicos o de gente en la calle. Primeros planos que tratan de recoger su personalidad y sus rasgos diferenciados.
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Neoyorquino al sol de otoño |
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Julio Cortazar |
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Antonio Machado |
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Mala Rodríguez |
Me gusta dibujar a lápiz sobre papel, sobre cualquier papel que tenga a mano. Es como tomar apuntes rápidos, de forma espontánea. El lápiz de grafito te da esa sensación de inmediatez, de que eres capaz de captar los medios tonos, la luz, las formas...
Dibujar es –como dice Peter Jenny– descubrir nuevas maneras de ver, y crear una realidad que no existía previamente. Las lineas, contornos y matices nos ayudan a completar lo que está delante de nosotros, pero que no pretende parecerse exactamente a algo previo.
También me gusta a veces detenerme en los detalles, en las sombras, en los volúmenes... en los misterios de un rostro y buscar lo peculiar de una expresión para un retrato. Entonces la cosa requiere ser más lenta y tranquila aunque igualmente intuitiva en sus trazos.
El grafito tiene algo de atávico, que nos hace volver a los orígenes... a los primeros garabatos que hacíamos de niños.
En un viejo libro, que encontré en una almoneda, titulado Haga croquis¡ pude leer, entre otras muchas, estas acertadas recomendaciones que intento seguir siempre que puedo:
"Procure dibujar tan despreocupadamente como escribe. No se interese por la calidad del trazo. Desenvuelvase con soltura y sin miedo. Dibuje con rapidez: siempre aprenderá más ejecutando diez dibujos en una hora que cuatro más cuidados en el mismo tiempo".
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Modisto de alta costura |
Los grises, como en las fotografías en blanco y negro, marcan las luces y las sombras, los tonos y los matices, desde el blanco hasta el negro, en una infinita escala de grises. En esos momentos uno tendría que plantearse si no está el color sobrevalorado a la hora de expresarse gráficamente con un dibujo de cualquier cosa que se nos ocurra.
Como escribió John Berger, "La fuerza del color no es nada comparada a la fuerza de la línea; la linea, que no existe en la naturaleza, pero que expone y demuestra lo tangible con mayor definición que la propia vista frente al objeto en cuestión".