Suburbano, un grupo de largo recorrido
Luis Mendo y Bernardo Fuster han permanecido unidos en este proyecto creativo desde 1979, al margen de modas pasajeras. Un ejemplo de coherencia y profesionalidad.
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| Portada del primer disco de Suburbano con ilustración de Luis Eduardo Aute. |
Cuatro décadas trabajando al servicio de la música y de otros músicos. Ha sido un largo camino el recorrido como músicos alejados de la imagen de estrellas. Aunque siempre han acompañado y aportado valor añadido a la música de otros cantantes, como Luis Eduardo Aute, Luis Pastor, Vainica Doble, Ana Belén o Joaquín Sabina. ¿Cual es el secreto de su supervivencia en este sector tan inestable?
Básicamente Luis Mendo y Bernardo Fuster crearon el grupo Suburbano a finales de 1979, junto al bajista Michel Lacombe y el violinista Rafael Puerta, y han permanecido unidos a lo largo de cuatro décadas, tocando, grabando, produciendo, tanto para ellos como para otros músicos y artistas.
No han sido músicos de rock, tampoco estrictamente de folk… ni siquiera aspirantes a los altibajos del mercado pop, aunque sean los autores de canciones "mainstream", pegadizas donde las haya, como La Puerta de Alcalá… Mírala, Mírala, Makinavaja, o Arde París. También han colaborado a lo largo de estos años en bandas sonoras de cine y televisión con directores como Fernando Trueba, Gonzalo Suarez o Luis García Berlanga
No han sido músicos de rock, tampoco estrictamente de folk… ni siquiera aspirantes a los altibajos del mercado pop, aunque sean los autores de canciones "mainstream", pegadizas donde las haya, como La Puerta de Alcalá… Mírala, Mírala, Makinavaja, o Arde París. También han colaborado a lo largo de estos años en bandas sonoras de cine y televisión con directores como Fernando Trueba, Gonzalo Suarez o Luis García Berlanga
Recupero esta entrevista de aquellos primeros tiempos del grupo... y míos.
Los inicios de Suburbano
En Suburbano coincidieron unos músicos con una historia, unos gustos y unas influencias nada uniformes, pero que supieron conectar para conseguir ese nuevo sonido:
“A mi —señalaba Bernardo Fuster, vocalista del grupo— me influyó mucho la nueva canción portuguesa. A partir del contacto con esos músicos, me planteé la idea de lo que yo podía hacer. Antes había trabajado en Berlín haciendo música para cortos, estuve con el grupo de Teatro Tábano y cantando por mi cuenta. También me interesaban grupos ingleses como Pentangle y, en general, toda esta corriente que hay en Europa de renovación de la música folk”.
Por su parte, Luis Mendo, guitarra y voz me contaba:
“Yo he estado tocando con la mayoría de los cantantes populares de la zona de Madrid: Rosa León, Luis Eduardo Aute, Hilario Camacho o Elisa Serna. También he grabado con esta gente; haciendo teatro con Tábano, y luego con un grupo de rock llamado Malasaña. Todo eso me ha dado una experiencia que ha determinado unos ciertos gustos. Yo tenía más o menos clara la idea de un grupo como Suburbano”.
Definir la música que querían hacer suburbano en aquellos primeros momentos no era fácil, pero Luis Mendo argumentaba:
“Hemos encontrado una onda de trabajo que serían unos orígenes populares, pero después nosotros lo pasamos por un tamiz donde intervienen nuestros gustos y nuestras inclinaciones. Y eso es lo que configura un tipo de sonido que tiene cierta unidad. Yo creo que hemos encontrado una linea, y en esa línea tenemos que intercambiar y desarrollar ideas todos juntos”.
La música urbana de Suburbano
Bernardo Fuster buscaba en aquellos primeros meses de andadura de Suburbano la forma de explicar lo que este nuevo grupo quería hacer y que se entendiera en un entorno que ya comenzaba a exigir etiquetas para todo:
“Somos un grupo que hace una música más o menos urbana, pero a partir de unas raíces folklóricas”.
“La música urbana la configura el entorno social en que se desarrolla. Es, por lo tanto, una música que produce unos sonidos nuevos. En una época determinada nace el Jazz, más tarde surge el Rock, pero yo no creo que sea una música concreta, sino un tipo de sonido que se produce sobre todo en un entorno social”.
“Puede ser música urbana, haciendo un sonido que parta de la ciudad, pero que se base en unos orígenes más o menos populares”.
“Cuando nos llegan una influencias folk, nosotros las vemos tras el prisma de una gran ciudad, tras el mogollón sociológico que es una gran ciudad. Entonces, lo que hacemos es música urbana, porque el sonido está influido por la vida de una gran ciudad”.
Música colaborativa
Ya desde sus comienzos, Suburbano apostó por una actitud colaboradora, participativa, de trabajo en conjunto; y esto se pudo ver ya en su primer álbum en el que participaron músicos y cantantes amigos como Luis Pastor.
“Es una cuestión de solidaridad —contaba Luis Mendo— Somos amigos y compañeros todos. Y es muy positivo el hecho de que se esté generando este trabajo en grupo. Es un intercambio de ideas muy enriquecedor”.
Los miembros de Suburbano, desde sus inicios, nunca buscaron ser estrellas ni músicos de una estirpe exquisita. Siempre han mantenido en su larguísima trayectoria lo que decían a propósito de los grupos de rock de barrio, en aquella larga conversación que mantuvimos en su local de ensayo del barrio madrileño de Vallecas en Otoño de 1979, cuando apenas llevaban unos meses funcionando como grupo: “Se han considerado siempre trabajadores de la música y en absoluto estrellas”.
