Jose Afonso, la voz de Abril


Conocido por ser autor e intérprete de Grândola Vila Morena, himno de la Revolución de los Claveles, el 25 de Abril en Portugal. Jose Afonso fue también un gran músico y poeta. En su cincuenta aniversario recordamos esta canción.

Párrafos de la letra de Grandota Vila Morena. Jose Afonso



Una canción puede contribuir a cambiar el curso de la Historia, de un país y de un pueblo. También una canción como Grândola Vila Morena, señaló para siempre la trayectoria vital y profesional de un cantante y autor comprometido con su tiempo y con su país, Portugal, como fue Jose Afonso.

Esa hermosa canción —convertida en himno— fue la señal para el inicio del golpe del 25 de Abril, organizado por capitanes del ejercito portugués y protagonizado por el pueblo, que terminaría con el régimen dictatorial del General Salazar e instauraría un régimen democrático.

Aquella revolución, aquellas imágenes de las calles de Lisboa y aquella canción generaron también un entusiasmo y una sana envidia entre sus vecinos españoles que todavía vivíamos bajo el régimen franquista. Aquel 25 de Abril marcó también para muchos jóvenes de la época, un antes y un después, una iniciación y el despertar de la conciencia democrática.


Una larga trayectoria

Pocas cosas sabíamos del cercano Portugal, aparte del nombre de un equipo de fútbol, el Benfica y de una cantante de fados, llamada Amalia Rodrigues. A partir de entonces conoceríamos, además de algunos de sus dirigentes políticos más carismáticos, a un cantautor excepcional, llamado Jose Afonso.

Su trayectoria, antes y después de la Revolución de los Claveles, estuvo marcada por la coherencia, tanto en su vida como en su obra. Primero, como aquel joven estudiante en Coimbra, que respiró el fado clásico hasta llegar a componer sus primeras baladas; que viajó al África de las Colonias como intérprete en el Coro de la Tuna Académica y esto le sirvió para acelerar su toma de conciencia social y política.

“También esa época como estudiante y miembro de la Tuna de la Universidad de Coimbra —explicaba Jose Afonso— permitió que se dieran a conocer las primeras canciones políticas que hice, como Meu Menino é de Oiro y Balada de Outono; no se pueden definir exactamente así. Pero es cierto que a nivel musical contribuyeron a cambiar los gustos ya establecidos”.

“Otras canciones como O Menino do Bairro Negro y Os Vampiros, también compuestas en épocas juveniles, recogen esos aspectos que rechazábamos, como el militarismo, la guerra colonial, la dictadura fascista y su retórica de los discursos castrenses, encaminados a preparar al guerrero, y que eran las cosas que nos resultaban más odiosas.”

Sin embargo, Jose Afonso, a pesar de reivindicar aquellos primeros tiempos como cantautor, aclaraba: 
“Desde entonces siempre pensé que la canción no debía ser panfletaria. Aparte de que en aquellos tiempos no podía serlo debido a la represión política. Contribuir a modificar el gusto musical de las personas ya me parecía que era algo innovador”.


Vivir dignamente como cantautor

A propósito de mi pregunta sobre la situación del cantautor político en Portugal, algunos años después del histórico 25 de Abril, Jose Afonso contestaba:

“El cantante en Portugal ha mostrado una coherencia poco conocida hasta ahora. Nosotros no hemos sabido lo que eran las salas de espectáculos con micrófonos, amplificadores y todo eso. No conocíamos lo que era un poster de promoción. Toda nuestra historia de intervención fue una historia clandestina. No aceptamos nunca las limitaciones de la censura y hemos trabajado en la clandestinidad.

Desde el 25 de Abril, la gente se ha habituado a la idea de que el cantautor sea una especie de trabajador voluntario, que está obligado a cantar y a no cobrar por ello. Esto ha sido siempre así hasta que decidimos protestar; porque para hacer un trabajo de calidad necesitamos tener una estructura. Y es que tienes que ganar para vivir dignamente de eso. Tienes que pagar a los músicos que te acompañan...”

Jose Afonso insistía en esta cuestión de la supervivencia profesional, especialmente al observar la situación de la canción en España en uno de sus viajes a nuestro país:

“En Portugal la canción política ha funcionado únicamente como vehículo de movilización. Por eso creo que la intervención política del cantante portugués es mucho más consciente que en España. Aunque, por otro lado, las cantautores españoles están en condiciones más favorables para poder dedicarse a la música: tienen sus agentes artísticos, cobran un cachet, actúan en locales con muy buenas instalaciones y buen sonido.”

“Al observar esta situación lo que intentamos es constituir una cooperativa que organice y gestione los conciertos y que estipule una mínima retribución monetaria que nos permita vivir de esto. Creo que esto es compatible con nuestra actitud de militancia”.

José Afonso cerraba así esta cuestión: 


“Nosotros lo que pretendemos es profesionalizar nuestro trabajo. Queremos contribuir a una dinamización política, pero buscando una calidad”.


A pesar de esta situación —ciertamente precaria— de los cantautores portugueses, y que también afectó a Jose Afonso, para mucha gente, él fue y será siempre el “cantante oficial” de la Revolución de los Claveles. Le pregunté sobre esta cuestión que, supongo, no le agradaba demasiado:

“Mi trabajo ha sido de compromiso con las fuerzas populares, pero nunca con el Poder. A nivel oficial, nunca he sido apoyado ni he ganado nada en ese sentido. En algunos momentos pudo haber una situación favorable a mi trabajo. Pero nunca he sido un cantante oficial de ningún régimen, aunque tengo mis simpatías. He colaborado con el MFA (Movimiento de las Fuerzas Armadas), pero nunca he tomado partido”.

Entonces le planteé a Jose Afonso la cuestión de hasta dónde debía llegar el activismo y el compromiso de los cantautores:

“Una cosa mala es que los cantantes se hayan distribuido por los diferentes partidos. Y reflejan en sus canciones solamente las posiciones que defiende su organización. Hay cantantes independientes, pero con una posición de izquierdas y defensora del tercer mundo, como yo y Fausto, por ejemplo, que ahora estamos entregados a la causa de Angola”. 


Jose Afonso acompañado por Fausto. Foto de Rodrigo L. Alonso


Jose Afonso actuando junto a Fausto. Foto: © Rodrigo L. Alonso


Cantar Grândola

Es para muchos la más bella canción de combate jamas escrita. Grândola Vila Morena estaba incluida en el álbum Cantigas do Maio, el cuarto álbum de la carrera de Jose Afonso, junto a otras magníficas canciones, compuestas bastante antes del histórico 25 de Abril. Pero lo que esta canción decía: 

Grândola Vila Morena / Terra da Fraternidade / O povo é quem mais ordena / Dentro de ti ó cidade. / Em cada esquina um amigo / em cada rostro igualdade… parecía expresamente escrita para simbolizar un acontecimiento histórico como el de la Revolución de los Claveles.

Por eso, Jose Afonso, siempre se veía obligado a terminar sus conciertos con esta emblemática canción. Y no me resistí a preguntarle qué se sentía al cantarla en sus actuaciones:

“Cantar Grândola supone una determinada actitud. Significa algo muy importante para los que están reunidos escuchando. Pero lo que más me importa no es la música en sí, sino el contacto, la comunicación con la gente, con los amigos, con los compañeros.

La música puede ser también un dinamizador del cambio; y no hablo ahora de la sociedad ni de la política, sino de establecer cadenas entre la gente. Esto también me parece muy importante… Y cantar Grândola Vila Morena es también eso: vivir algo bonito en esos momentos, cuando todo el mundo se coge del brazo, baila, canta y se mueve con gesto solidario”.

LO MAS VISITADO

Ba Duan Jin: La tabla básica de Chi Kung

Cómo surgen las tendencias y las modas

Infografía para entender el Arte del siglo XX

Modelos de gráficos informativos

La esencia del estilo Chanel

Infografía sobre la abeja de la miel

Jazz: La música del siglo XX

Las rutas del Blues

De qué habla el blues

Suburbano, un grupo de largo recorrido

TU COMENTARIO

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SOBRE DISEÑO GRÁFICO:

SOBRE DISEÑO GRÁFICO:
Blog: estudio-gráfico