Wabi-Sabi: Belleza efímera


La simplicidad está en la esencia de las cosas Wabi-Sabi. Una estrategia basada en la economía de medios: Se trata de reducir hasta llegar a la esencia, pero conservando la poesía y la emoción. De aquí parte el minimalismo. Y aquí se encuentra la esencia del Zen.

Wabi-sabi


El término japonés Wabi-Sabi no es fácil traducir, así, sin más. Tiene que ver con la belleza de las cosas imperfectas, incompletas, cambiantes, sencillas. Se relacionaría con lo no convencional; y con esa ambigüedad que requiere de una interpretación personal, libre y creativa.

Wabi-sabi forma parte de la base conceptual y teórica de la estética japonesa, estrechamente vinculada a sus cosmovisiones filosóficas y espirituales. Incide en la impermanencia como actitud vital y filosófica.
 
Probablemente son muchos los japoneses que pueden comprender esa emoción propia del Wabi-Sabi. Pero expresar esa emoción es más complicado. Y es que no se aprende en términos intelectuales. No es algo que se enseñe en la Universidad o en un cursillo intensivo.


EL ZEN DE LAS COSAS

 
La inspiración originaria habría que buscarla en los principios espirituales, morales y metafísicos del taoísmo y el budismo chino. Aunque más tarde penetrará profundamente en la cultura japonesa así como en el budismo Zen.

Podría decirse que el Wabi-Sabi es el "zen de las cosas". Pues tiene mucho que ver con las bases y los principios espirituales y estéticos del budismo Zen.

El Wabi-Sabi, como el Zen, está en la órbita del antiracionalismo. Y de la ambigüedad, otra peculiaridad de la idiosincrasia, el lenguaje y la cultura japonesas.
 
También podrían relacionarse el Wabi-Sabi con la abstracción, sí nos situamos en una disposición mental occidental.

El Wabi-Sabi está presente en diferentes formas de expresión del universo japones: en la ceremonia del té, en el diseño de los jardines secos, en la caligrafía, en el teatro No o en los haikus. En el caso de estos últimos, breves poemas tradicionales, su ambigüedad permite un mayor espacio para la interpretación personal. Es decir, una idea, una imagen, lista para que el lector la amplíe, la redescubra, y, ya de paso, se descubra a sí mismo.


UNA ESTÉTICA MODERNA

 
El Wabi-Sabi constituye una forma particular e íntima de percibir la belleza. Sería la característica de la idea de belleza tradicional japonesa: La atracción de la simplicidad, de lo humilde, apreciar los detalles más nimios de la vida cotidiana y los aspectos más olvidados de la naturaleza que nos rodea.

Junichiro Tanizaki, en el ensayo titulado El Elogio de la Sombra, escrito y publicado en Japón en 1933, sostenía que “los orientales creamos belleza haciendo nacer sombras en lugares que en si mismos son insignificantes”. Reflexiona así sobre la idea japonesa de la "sombra" que, en contraposición a lo que ocurre en la percepción occidental, no tiene una connotación negativa sino que forma parte de la belleza.
 
Y lo explica así en su texto: 

“Nos gusta esa claridad tenue hecha de luz exterior y de apariencia incierta, atrapada en la superficie de las paredes de color crepuscular y que conserva apenas un último resto de vida. Para nosotros esa claridad sobre una pared, o más bien esa penumbra, vale por todos los adornos del mundo y su visión no nos cansa jamás.”

Y Tanizaki se adentra en su concepto de la percepción de la belleza: 

“Creo que lo bello no es una sustancia en sí, sino tan sólo un dibujo de sombras, un juego de claroscuros producido por la yustaposición de diferentes sustancias”.


¿ES MODERNO EL WABI-SABI?


Se podría relacionar el Wabi-Sabi con el movimiento moderno occidental que tanto ha influido en el arte y en el diseño de las últimas décadas. De hecho, se incorpora como elemento clave en la Arquitectura moderna, como corriente que reivindica la belleza y el atractivo de la imperfección, la transitoriedad y lo inacabado. Aunque ya suponemos que en el contexto actual de aplicación superficial de estos conceptos, puede reducirse en ocasiones a tópicos estéticos y de asunción de tendencias.
 
También el minimalismo, movimiento artístico, y expresión sumamente manida en la cultura occidental, bebe de esta fuente oriental basada en la sobriedad formal y visual. Se reclama y se practica, pues, una estética opuesta al barroquismo, a lo recargado... y a lo kitch en cualquiera de sus soportes visuales.

"Pobreza material, riqueza espiritual".

Podríamos recordar aquello que define una Estética, su propio sello. Tres cuestiones nos darían la clave, a saber:

  1. La Diferenciación, con respecto a otras percepciones,
  2. La Claridad en la definición de su concepto estético,
  3. La Repetición, continuidad y coherencia en su aplicación.

Cerezos en Japón-rodrigolalonso
Imagen: Rodrigo L. Alonso

CEREZOS EN FLOR

 
Una metáfora visual de las esencias del Wabi-Sabi es la flor del cerezo, en la cultura y la tradición japonesa. Cada primavera los cerezos florecen apenas durante una semana, o menos si llegan vientos o tormentas.
 

En el verano

Árbol exuberante

Hoy ramas desnudas

Sobre el cielo gris

del invierno.


Esas ramas secas y desnudas del Wabi-Sabi. Ese es su estado mental, que se muestra a través de la poesía, de sus imágenes y sus emociones.

La flor del cerezo se convierte así en una de las imágenes más potentes de la esencia japonesa, y en la metáfora más visual de la belleza efímera.

El Wabi-Sabi presente en la percepción de lo efímero en la realidad, en la naturaleza, en nuestra vida y como expresión última de la belleza que nos rodea.

Los japoneses han sabido observar la naturaleza y aprender de ella. A partir de ella han podido interiorizar que todas las cosas que nos rodean son mudables, imperfectas e incompletas.


Imagen: Rodrigo L. Alonso

CUALIDADES DE LAS COSAS WABI SABI:


Una buena muestra para comprender las cualidades y la presencia del Wabi-Sabi, la encontramos en la cerámica japonesa. Por ejemplo, el Kintsugi, una técnica que consiste en "reparar" piezas de cerámica rotas, rellenando las grietas con laca urushi, una resina natural que se extrae del arbol de ese mismo nombre. Esta técnica, cuyo significado es "Unión de oro", no trata de ocultar sus fracturas, para mostrar así una parte de la historia de ese objeto, además de presentar una nueva opción estética. El Kintsugi se convierte así en la mejor metáfora de la esencia filosófica y estética del Wabi-sabi. 

Los objetos diseñados con esta actitud Wabi-Sabi, estarían provistos de estás peculiaridades, cualidades o características:

  • Sugieren el proceso natural, su desgaste...
  • Son irregulares, no correctas...
  • Son íntimas, discretas, compactas
  • Sin pretensiones
  • Pueden parecer toscas, turbias, ambiguas...
  • Simples, propias de una mente modesta, sobria
  • Aplica de forma tajante la economía de medios. 

En el caso de que aplicáramos en nuestras observaciones un filtro mental occidental estaríamos hablando de una suerte de ecología estética, incluso de una ideología cultural: Reparación como segunda vida y como conservación o reutilización.
 
Pero el Wabi-Sabi invita a desprendernos incluso de lo que hemos aprendido, para volver a aprenderlo… Un placer de naturaleza mística, con un ligero saborcillo zen.

Estamos hablando de una forma de estar en el mundo, no sólo en el aspecto estético.

LO MAS VISITADO

Ba Duan Jin: La tabla básica de Chi Kung

Cómo surgen las tendencias y las modas

Infografía sobre la abeja de la miel

En forma con la Técnica Nadeau

Infografía: entender el Arte del siglo XX

Las rutas del Blues

Modelos de gráficos informativos

El Blues, sentimiento y estilo musical

Cines y cinéfilos de barrio

Jazz: La música del siglo XX

TU COMENTARIO

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SOBRE DISEÑO GRÁFICO:

SOBRE DISEÑO GRÁFICO:
Blog: estudio-gráfico